El
trastorno bipolar es una enfermedad a la que también se
le conoce como maníaco-depresiva. Es un trastorno del
afecto que se caracteriza por periodos sostenidos de
depresión o manía. La depresión es una disminución en la
capacidad funcional normal del individuo y la manía un
estado de ánimo exacerbado.
Esta enfermedad afecta aproximadamente al 1% de la
población general, la tasa de prevalencia se aumenta si
la persona tiene familiares que han presentado un
padecimiento similar o un cuadro depresivo mayor.
El sentirse en ocasiones triste o desganado, no es
depresión, pero hay ocasiones en que es importante saber
identificar cuáles son los síntomas de una depresión
para poder acudir al médico y recuperar nuestro anterior
estado de salud.
¿Cuáles son los síntomas de la enfermedad?
El trastorno bipolar es una enfermedad que consta de dos
fases:
º Fase depresiva
º Fase de manía
En la
FASE DEPRESIVA se deben presentar 5 de las
siguientes condiciones durante por lo menos 2 semanas:
º Hay sentimientos de tristeza, desgano, o vacío.
º Se pierde el interés en cosas que antes nos gustaban.
º Se come mucho o casi no se come
º Problemas para dormir (se duerme mucho o casi no se
duerme).
º Los movimientos son lentos; se siente el cuerpo pesado.
º Hay apatía, fatiga o poca energía.
º Hay sentimientos de impotencia, culpabilidad.
º Disminución en la concentración y memoria.
º Hay ideas constantes de muerte y en ocasiones se llega
al suicidio.
En la
FASE DE MANÍA ocurre totalmente lo contrario, la
persona presenta:
º Un elevado y expansivo estado de ánimo
º Pensamientos acelerados, habla más rápido que de
costumbre.
º Hiperreacción a estímulos.
º Molestia por simples comentarios o cosas triviales.
º Gasta dinero excesivamente y contrae deudas
importantes.
º Generosidad. Aumento en la autoestima, puede pensar que
es poderoso y mejor que los demás.
º Exceso de energía.
º Disminución de la necesidad de dormir.
º Aumento del impulso sexual
º Alucinaciones o ideas extrañas
Actualmente no se sabe con certeza qué o cuál es la
causa de esta enfermedad, sólo se conoce que los
factores orgánicos junto con algunos eventos en el medio
ambiente, inciden sobre su aparición y desarrollo.
Hasta el momento no se ha encontrado una cura, pero si
un tratamiento que puede controlar esta enfermedad, el
cual está basado en los síntomas, la causa precipitante,
la severidad y duración de ésta. El tratamiento más
común es el uso de medicamentos asociado con la
psicoterapia. El uso y control de medicamentos debe
estar a cargo de un psiquiatra y solo él puede hacer
cambios en la dosis.
El trastorno bipolar no es contagioso, ni hereditario,
sin embargo, aquellas familias donde se presentan
trastornos afectivos como lo es el trastorno bipolar
tienen una tendencia a desarrollar en las generaciones
posteriores trastornos afectivos.
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